Para cualquier habitación, empieza quitando todos los objetos que estén en alguna superficie alta o baja. Quita las telas de araña que estén cerca de los techos con algún instrumento alto. Mueve cada cosa de cada esquina para que quede despejado. 

Lo mejor para quitar el polvo es usar una aspiradora que, a pesar de que la gente cree que se usan sólo para las alfombras, también son excelentes para eliminar todas las partículas de suciedad sin hacerla migrar.

En el caso de no tener una aspiradora, un trapo mojado también hará un trabajo menos preciso, pero funcionará. Entonces limpia cada estante y cada esquina con la aspiradora o trapo mojado. Comienza desde la parte de arriba hasta más abajo que será donde caerá el resto que huya de las manos de la limpieza.

Recuerda limpiar el trapo mojado (en el caso de que lo estés usando). También puedes usar las dos cosas para lograr un mejor trabajo aún. 

Para evitar tanto problema puedes instalar un filtro de aire que te ayudará a hacer el trabajo más fácil, y evitará problemas respiratorios. Pero también puedes hacer este proceso que no te llevará más de una hora al menos una vez a la semana para que no se acumule el polvo. Te hará todo más sencillo.